US$ 400 millones van a la construcción de Puerto Brisa, Puerto Nuevo y Puerto Bahía.
Para ponerle músculos a los puertos marítimos y que estos puedan, desde los dos océanos, atender eficientemente la carga que se moverá con los tratados de libre comercio, el Gobierno y el sector privado están invirtiendo más 1.050 millones de dólares, de los cuales 650 millones están en los 20 terminales que están operando y 400 millones de dólares están en la construcción de Puerto Brisa, Puerto Nuevo y Puerto Bahía.
“El sector está demostrando no solo que puede atender la carga del país, sino que también va a atraer carga de Europa, Estados Unidos y Canadá con destino a Venezuela, las islas del Caribe y Centroamérica que no tienen terminales modernos, con el TLC, como ya lo está haciendo Cartagena, que se ha convertido en un ‘hub’, afirmó Manuel Campos, gerente de Puertos de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), quien habló durante la primera Feria de Logística, Transporte y Puertos, organizada por la multinacional EasyFairs en Cartagena, sobre las ampliaciones que están teniendo los 55 contratos de concesión portuaria que hay en el país.
Según Campos, se ha venido invirtiendo en equipos, entrenamiento de personal y ampliación de la capacidad de la infraestructura. Ahora se necesita que los sistemas de conectividad (canales de acceso, carreteras y trenes) funcionen de la mejor manera.
“Por donde uno mira a Cartagena, con 25 puertos, es un ejemplo de eficiencia a nivel continental.
No solo tiene que ver con infraestructura y equipos sino también por la forma como se planifican las operaciones”, comenta el experto de la ANI, quien dice que en menos de ochos años la Heroica debe tener el Canal de Varadero, un acceso alterno al de Bocachica, al que le queda menos de una década para llegar a su límite de operatividad.
Para este nuevo canal se está definiendo -dice Campos- qué porcentaje vendrá del sector privado y cuánto del sector público.
Sin embargo, hay quienes opinan que más allá de ampliar la infraestructura y mejorar la conectividad entre los centros de consumo y producción, el país debe reorganizar las puertas aduaneras para asumir los retos y oportunidades que se presentan con los acuerdos y TLC que se avecinan.